El medio terrestre, a pesar de ser tan sólo el 14% del territorio del Parque, es objeto de estudio continuo y de importantes labores de conservación, pues constituye el terreno con mayor uso público. En este sentido, las tareas de conservación van encaminadas fundamentalmente a la protección y mejora de la flora de las islas.
Dos especies emblemáticas del Parque Nacional, Cytisus insularis -única especie endémica del Parque- y Corema album, fueron objeto de un programa de reproducción ex-situ, a fin tanto de salvaguardar el acervo genético de las poblaciones, como de asegurar la propia persistencia de las mismas, pues el estado de decaemiento y falta de vigor mostrado por ambas especies en los últimos dos años llegó a ser preocupante.
Las revisiones del estado fitosanitario de las masas forestales se siguieron realizando como viene siendo habitual, exceptuando la incorporación por primera vez de un seguimiento acerca de la existencia del nematodo del pino, el cual, afortunadamente, consiguió resultados negativos.