Construcción en Ferreiros

3.000 AÑOS DE OCUPACIÓN HUMANA EN LAS ISLAS CÍES.

Mucho antes de que el polígrafo romano Plinio El Viejo”, en el siglo I d.C., hubiese mencionado por vez primera a las actuales Islas Cíes (Insulae Sicae) este espacio insular ya había sido ocupado de una manera más o menos continua por grupos estables de población desde la Edad del Bronce final (siglo VII-VI a.C.), tal y como se pudo constatar en las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo en el denominado Castro das Hortas (o das Cíes), situado en la Isla del Medio o del Faro.

Aunque estas evidencias arqueológicas, y las posteriores referencias documentales, demuestran una ocupación humana del archipiélago desde hace al menos 3.000 años, este proceso de habitación del espacio insular no fue continuo y los propios avatares de la Historia fueron condicionando tanto el número de habitantes como la propia naturaleza de esa ocupación. De este modo, los religiosos y monjas, las gentes del mar, militares, industriales y familias labradoras son los grupos más significativos en los que se pueden encuadrar a aquellos y aquellas que poblaron las islas a lo largo de los últimos treinta siglos.

Finalizada la Tardoantigüedad y con la llegada de la Edad Media la inestabilidad provocada por la presencia desde el siglo IX de diferentes invasores (normandos, vikingos e incluso una pequeña flota del Emirato de Córdoba), hará que las islas sufran períodos alternos de despoblación u ocupación, sobre todo de religiosos y colonos vinculados a los monasterios existentes en las tres islas: San Martiño en la Isla Sur, Santo Estevo en la Isla del Medio y, tal vez, San Paio en la Isla del Norte. Desde finales del siglo XVI y hasta bien entrado el siglo XVIII se produce una nueva despoblación del territorio insular, con la excepción de momentos puntuales por parte de las congregaciones regulares, debido a los diversos conflictos bélicos entre la Corona española y otras monarquías europeas, destacando la presencia de la flota inglesa comandada por Francis Drake que en 1585 y 1589 empleará las Islas Cíes como base para sus ataques a las villas de Baiona y Vigo. Este período será el momento de “militarización” de las islas, en el que surgirán diversos proyectos de fortificación de las mismas si bien ninguno de ellos se llevará a cabo, con la excepción de la construcción de un almacén de artillería (en el antiguo convento de Santo Estevo), un cuartel para los denominados Carabineros del Reino y un edificio para cárcel.

El final de los conflictos bélicos, hacia la mitad del siglo XIX, facilitará un cambio en las características de ocupación de las islas con la construcción en 1851-52 del faro en la Isla del Medio, la instalación de estructuras vinculadas a la “industria” del mar, como dos fábricas de salazón (una en la Isla Sur), y el regreso de varias familias llegadas de las zonas continentales más próximas, sobre todo del Morrazo, hasta alcanzar unos 45 habitantes de manera más o menos permanente. Esta nueva colonización propiciará la construcción de edificaciones para vivienda y estructuras anexas para las tareas derivadas de la actividad agrícola que se desarrolla en los terrenos circundantes a las mismas: cercados de piedra, bancales, hórreos, pequeñas cuadras para animales…

 

LO QUE VEMOS.

Estamos ante un ejemplo de un lugar de habitación conformado por dos estructuras principales, una vivienda (1) e un hórreo vinculado a la misma (2), en la que ambas fueron realizadas en piedra seca.

 

La vivienda: tiene una estancia principal de planta rectangular (A) de 25 m² en cuyo interior se encuentra un hogar, un posible horno y unas alacenas de almacenamiento abiertas en los muros. Al norte se adosa una estancia de planta irregular de unos 7,5 m². En la fachada oeste aparecen dos pequeños apéndices (C – D) que podrían estar dedicados a la estabulación de animales. Los muros, de los que apenas se conservan un metro de altura, están construidos de una manera tosca con mampostería de granito a hueso, sin el empleo de morteros. Se desconoce la configuración y características de la cubierta planteándose la hipótesis de un tejado a una vertiente elaborado con vigas de madera y elementos vegetales.

VISOR 3D – A VIVIENDA

Elrreo: muestra unas dimensiones en planta de 203x280 cm, construido con tres tramos, a modo de pies monolíticos, sobre los que se levantaron las paredes de la cámara conformadas con bloques de gran tamaño dando lugar a una altura aproximada de unos 2 m desde la base hasta el apoyo de cubierta. La base resulta ser cerrada y con una parte bajo tierra a manera de bodega (tipo celeiro). El final de las fachadas estaría realizado con dos piezas monolíticas a modo de tímpano triangular sobre la que se apoyaría una cubierta a dos aguas; el hastial de la fachada principal, al norte, posee un arco rebajado que finalizaría el vano de la puerta.

VISOR 3D – El HÓRREO

 

La tipología constructiva de las arquitecturas es la específica de las islas y respondería, en muchos casos, a procesos puntuales de ocupación o a la necesidad de disponer de espacios para habitación estacionales tal y como se desprende de la documentación histórica existente. Esta característica hace complicado establecer paralelismos con otras áreas del continente en los territorios más próximos. Se desconoce la cronología concreta de este enclave si bien podría tratarse de construcciones no anteriores al siglo XIX.